sábado, 15 de mayo de 2010

Historia de un paseo


Como en un sueño me encuentro extraviada
ruego a mi ángel guardián me proteja
visiones de días mejores
colores ya olvidados
pululan las luciérnagas de trayectoria ciega
cuerdas que sujetan un puente invisible
como un salto de fe es vivir esta vida
rodean mi cadáver las sombras de seres insensibles
cobran los impuestos de las vidas llenas de lujos
no miran más allá de lo que quieren ver
rozan como seda la suavidad del espacio incierto
a mi alrededor oigo y siento
lo que mis ojos velados son incapaces de percibir
una venda cubre la desgracia de una humanidad
una especie autodestructiva
he aprendido ya a caminar en este desierto de flores alicaídas
y ahora que puedo decir que he aprendido
ahora que puedo decir que me he equivocado tanto como he vencido
ahora me toca dejar este mundo en tinieblas
ojala me espere algo mejor
donde pueda disfrutar de las lecciones aprendidas
donde pueda poner en practica todo el amor que pude dar y no dí
donde ya no existan más distracciones crueles que me desvíen esta vez.